Lamento de un marinero frustrado, que en vano siempre ha intentado, cruzar hacia el otro lado

Tal vez fui muy pretencioso al tratar de cruzar el mar, pues cada vez que he intentado, terminé muy mareado.
Fue también muy frustrante cuando probé con el río, tan grande ha sido el vahído, que hasta el río se me rió.
Pero a pesar del fracaso, nada lograba hacer mella a mi ambición marinera y en tren de poder lograrlo, lo intenté  una vez mas, aunque con tan mala suerte, que la fuerte correntada de un arroyo me arrolló.
La última oportunidad la tenía frente a mí, tarea fácil me dije, era un pequeño charco, pero todo fue un gran chasco, el barro me lo impidió.
Si hubiese sido Colon aún me estarían esperando, pero seguiré remando y remando, algún día he de cruzar.