Cuando las calas recalen en un triste cementerio, aunque mi mente en ese predio se resiste a residir,
se que al final de los tiempos algo se ha de redimir.
Cuando el sol no ilumine, ni entibien mas sus rayos,
a dos partículas errantes, les ha de llegar el instante
de volverse a encontrar.
Y cuando ya al universo ni las tinieblas lo surquen,
esas dos partículas errantes, han de encontrar el instante
para volver a empezar.
Eh, me gustó, ta bueno!!
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