Los estragos del tiempo

Había tenido un día agotador, me sentía cansado, subí pesadamente cada escalón de la escalera que unía la planta baja del primer piso de mi casa, con la intención de ir a recostarme un rato, al pasar frente al cuarto de mi hija y al verlo vacío entré y me tiré sobre la cama.
Ya estaba medio somnoliento, cuando me pareció escuchar una voz que me saludaba diciendo, ¡Hola amigo !, entreabrí los ojos y lo único que vi fue un muñeco de mi hija del ratón Mickey sentado sobre una repisa en la pared que daba a mis pies. Al verme desorientado me dijo, "¡ Soy yo tu amigo Mickey! .
¡ No puede ser !, le contesté .
¿Que es lo que no puede ser ?, me respondió.
¡Vos no podes hablar !, sos un muñeco, le dije
¡ Ah.... mi amigo!, afirmó el, los tiempos hacen estragos en la memoria de los adultos, entonces me invitó a que le tomase la mano y volviera a cerrar los ojos, al hacerlo sentí una extraña sensación, me pareció estar en un sueño, me vi a mi mismo cuando niño jugando en mi cuarto y charlando con todos los muñecos que me rodeaban.                       

               
Ya lo ves me dijo Mickey, hay un tiempo en el que ustedes los adultos hablan con nosotros los muñecos ¿ No lo recordabas? ¿No?.
¿Donde estas?, escuché que preguntaba mi señora desde la planta baja.
En el cuarto de la nena, respondí.
¡ Ah! Ja, ja, te pusiste a jugar con los muñecos, bromeó ella.
Me hubiese gustado decirle que si, pero mas que haber estado jugando, contarle que yo había estado charlando con uno de ellos, pero.......... seguramente no me hubiese creído y hasta aveces pienso si esto que me ha ocurrido no ha sido solo el sueño de alguien que en su sueño tuvo un sueño.