En el pueblo lo apodaban el bailarín, porque pasaba los días girando y girando sobre si mismo.
Yo no creo que él jamas haya bailado, la versión que me han contado es que su sueño era poder llegar al horizonte.
Una mañana emprendió el camino, pero a poco de andar, se dio cuenta que con cada paso que daba el horizonte se le corría un poco mas.
Pensó entonces que al ser el mundo redondo, si caminaba en el sentido contrario al que lo estaba haciendo, habría de sorprender al horizonte que de él se alejaba encontrándolo por detrás, pero al darse vuelta para comenzar la nueva marcha, el horizonte ya le había ganado de mano y volvía a tenerlo a su frente tan lejano e inalcanzable como siempre.
Desde entonces pasa sus días girando y girando vanamente sobre si mismo en una danza sin fin, esperando sorprender algún día al huidizo horizonte y así poder llegar hasta el.
Yo no creo que él jamas haya bailado, la versión que me han contado es que su sueño era poder llegar al horizonte.
Una mañana emprendió el camino, pero a poco de andar, se dio cuenta que con cada paso que daba el horizonte se le corría un poco mas.
Pensó entonces que al ser el mundo redondo, si caminaba en el sentido contrario al que lo estaba haciendo, habría de sorprender al horizonte que de él se alejaba encontrándolo por detrás, pero al darse vuelta para comenzar la nueva marcha, el horizonte ya le había ganado de mano y volvía a tenerlo a su frente tan lejano e inalcanzable como siempre.
Desde entonces pasa sus días girando y girando vanamente sobre si mismo en una danza sin fin, esperando sorprender algún día al huidizo horizonte y así poder llegar hasta el.
Uyyy...y yo que pensaba ir a buscar la vasija de oro que el Arco Iris tiene en el horizonte... ¿Que hago ahora?
ResponderEliminarHace como el bailarin y no pierdas la esperanzas
ResponderEliminarJa Ja, es como la sombra nunca le ganás por más rápido que gires!
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