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lunes, 11 de octubre de 2010

Alimentando el bolsillo, el estomago y el alma


Sentado sobre un cajón , mientras comía  una manzana , mirando a un vagabundo  pasar, el frutero recordó aquella pequeña historia que había vivido , cuando siendo  él un empleado en la frutería , le regaló  una fruta a alguien que se le acercó pidiéndole algo para comer ;  el patrón que miraba la escena   lo recriminó . " El pobre tenía necesidad  de alimentar su estomago ,fue la respuesta del frutero y agregó, "descuentelo  de mi sueldo"  . ¡Si¡, dijo el patrón, y yo tengo necesidad de alimentar mi bolsillo ... por supuesto que te lo voy a descontar y ademas estas despedido . Pero no le importó, porque estaba seguro  que de los tres ,había sido él quien  mas se benefició con aquella acción , había alimentado su alma .

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