Sentado sobre un cajón , mientras comía una manzana , mirando a un vagabundo pasar, el frutero recordó aquella pequeña historia que había vivido , cuando siendo él un empleado en la frutería , le regaló una fruta a alguien que se le acercó pidiéndole algo para comer ; el patrón que miraba la escena lo recriminó . " El pobre tenía necesidad de alimentar su estomago ,fue la respuesta del frutero y agregó, "descuentelo de mi sueldo" . ¡Si¡, dijo el patrón, y yo tengo necesidad de alimentar mi bolsillo ... por supuesto que te lo voy a descontar y ademas estas despedido . Pero no le importó, porque estaba seguro que de los tres ,había sido él quien mas se benefició con aquella acción , había alimentado su alma .
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