En una tranquila noche, en una mágica laguna, quise acariciar la luna pero no la pude alcanzar.
Quedó mi mano extendida dibujando al aire caricias. Con la ilusión ya perdida baje el brazo y entonces... como si fuera un espejo toqué en el agua el reflejo de aquella lejana luna en una tranquila noche y una mágica laguna.
Quedó mi mano extendida dibujando al aire caricias. Con la ilusión ya perdida baje el brazo y entonces... como si fuera un espejo toqué en el agua el reflejo de aquella lejana luna en una tranquila noche y una mágica laguna.
Cuanta razón tienes Amigo , Si una cosa no se puede realizar de una manera, hay que buscar otra , pero hacerla
ResponderEliminarGracias por tu comentario
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